“Y ESTO DIGO, PARA QUE NADIE OS ENGAÑE CON PALABRAS PERSUASIVAS” COLOSENSES CAPITLO 2:4
Esta parte relacionada con el día del reposo, –sábado– es imprescindible su análisis, y aclaración, porque dicho día ha sido objeto de múltiples ataques de sus detractores. Este día es el único que cuenta escrituralmente con la bendición y santificación del Eterno. Génesis 2:3 bendición que no puede ser revocada, Números 23:20. Fue observado rigurosamente por el Señor Jesucristo morando en esta tierra. Lucas 4:16 se constituyó también en el Señor de este santo día. Marcos 2:28. El apóstol Pablo durante su ministerio guardó celosamente este día. Hechos 18:4, Hechos 17:2.
La observancia del sábado en los primeros siglos de la iglesia fue una de las causas de que el pueblo de Dios sufriera persecuciones. Dicho hostigamiento se dio con más rigor cuando la iglesia romana a través de Constantino I oficializó el día domingo como día de reposo. Referente a este punto la enciclopedia en carta 2003 nos ofrece la siguiente información relacionada al día domingo que “sustituyo” al día sábado. “Domingo, séptimo día de la semana civil y primera de la liturgia. La palabra domingo se deriva del Latín diessolis que significa día del sol, nombre de una fiesta romana pagana. En los orígenes del cristianismo la observancia del domingo empezó a reemplazar al shabat (sábado). A partir del siglo IV la legislación civil y eclesiástica regulo el trabajo y prescribió el culto dominical”.
De esta información nos llama poderosamente la atención tres aspectos fundamentales:
1º. Que el día domingo se deriva de una fiesta romana pagana y en cuyo día se adoraba al sol.
2do. Que dicho día domingo sustituyó el verdadero día de descanso, (sábado) establecido por la palabra de Dios.
3ero. Preocupa profundamente los datos consignados relacionados a la coacción que vivieron los verdaderos cristianos en el siglo IV bajo una legislación civil y eclesiástica que obligaba a descansar el domingo. La historia nos narra que los siervos de Dios que se resistieron a aceptar estas arbitrariedades sufrieron persecución, exilio y muerte.
¿EL PUEBLO DE DIOS EN LA ACTUALIDAD GUARDA CON CELO ESTE MANDAMIENTO?
En la actualidad la iglesia no sufre ninguna presión civil ni eclesiástica por guardar ese santo día. Vivimos una época en la cual existe relativa libertad de cultos. Libertad que carecieron los cristianos que nos antecedieron. No obstante, de ser libres en la forma de actuar y ejercer nuestra fe, algunos miembros le restan importancia al cuarto mandamiento, con la permisividad de las autoridades de la iglesia. Algunos miembros de la iglesia con negocios acreditados violan deliberadamente el cuarto mandamiento y olvidan que: “Somos cartas conocidas y leídas por todos los hombres”. 2da de Corintios 3:2.
Semejante actitud nos inhabilita la entrada al reino. Mateo 19:17, Santiago 2:10. Nosotros los seres humanos somos “expertos” en buscar justificaciones y olvidamos voluntariamente las promesas escritas en el libro de los libros: “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. “Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan”. Mateo 6:33 y Salmo 37:2.¿Creemos en estas promesas del Eterno? Cuando violamos el cuarto mandamiento bajo cualquier excusa o pretexto, estamos desconfiando de estas promesas vertidas por el Eterno, y damos un mal testimonio.
En el pueblo de Dios existen miembros que en el momento de su conversión fueron hallados siervos o esclavos, según 1ª. de Corintios 7:21, es decir, su condición laboral incluye el día sábado. Sin embargo, el mismo versículo exhorta al hijo de Dios a ser libre; es decir, que cuando existe un verdadero deseo de guardar el sábado, Dios se manifiesta con poder y compasión por aquella alma que anhela fervientemente este día de reposo, proporcionándole una mejor alternativa de trabajo, y en algunos casos otorga independencia laboral a los que con sinceridad lo buscan. El puede hacer esta obra. El es poderoso y compasivo. No así con los que gozan de independencia laboral y profanan este punto del decálogo de la ley moral.
En siglos pasados el pueblo de Dios sufrió consecuencias por violar el cuarto mandamiento. Leamos este antecedente bíblico y quiera Dios llamar a la reflexión: “Con todo en el desierto les juré que no los conduciría al país (tierra prometida) destinado para ellos, tierra en la que corre leche y miel, un paraíso terrenal porque habían despreciado mis preceptos, NO HABIAN OBSERVADO MIS SABADOS”. Ezequiel 20:15 y 16. Leída en versión Latinoamericana. Lo que pasó con el pueblo de Dios en el desierto debería preocuparnos. Aquellos comprometieron su salvación, por haber violado el cuarto mandamiento y no entraron a la tierra prometida. Si ellos no entraron por desobedientes, preguntamos: ¿Cuál será el destino de los que profanan deliberadamente este santo día? ¿O acaso somos mejores que ellos? En esta instancia es preciso recordar lo dicho por el apóstol Pablo “Que lo que fue escrito antes para nuestra enseñanza fue escrito”, Romanos 15:4.
El sábado como día del Señor fue instituído por el mismo Dios en la era patriarcal. No existía aún la nación Israelí, ni Moisés. Dios lo establece, lo guarda, lo bendice y santifica, Génesis 2:1 y 2. Además, lo erige para que la humanidad lo repose, como está escrito: “También les dijo: el sábado por causa del hombre es hecho, no el hombre por causa del sábado”. Marcos 2:27. La versión RVR traduce esta parte con suma claridad: “Y les decía: el sábado fue instituído para el hombre, y no el hombre para el sábado”. En otras palabras, cuando Dios establece un día de reposo para el hombre, este aun no existía; el hombre fue la parte culminante de la creación de Dios. Quiere decir que cuando Dios formó al hombre le había establecido su día de reposo, de allí la expresión: “El sábado fue instituido para el hombre…”. El sábado fue primero para descanso del hombre. Con todo respeto en esta ordenanza, no tuvo parte Moisés, que sus detractores lo toman como argumento y lo utilizan para negar la existencia del día del Señor.
Volviendo a Marcos capítulo 2 y versículos 27 y 28, el Hijo de Dios que una vez explica el punto, que ya ha quedado aclarado, categoricamente expone: “Así que el Hijo del Hombre es Señor aún del sábado”. Versículo 28. La versión Latinoamérica traduce: “Por esto el Hijo del Hombre, que es Señor, también es dueño del sábado”. A sus detractores pregunta: “¿Por qué no podéis oír mi palabra? ¿No pueden ustedes entender mi mensaje? Juan 8:43”
Este mensaje es para mí, para usted, mensaje que redarguye y nos exhorta a ser más conscientes de nuestra responsabilidad con los mandamientos del Eterno. Es de hacer notorio y recordar que nosotros los gentiles hemos sido adheridos a las primicias según Efesios 2:12, e injertados como lo narra el apóstol Pablo “Si las primicias son santas también lo es la masa restante y si la raíz es santa también lo son las ramas (pueblo gentil). Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas y tu siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y la rica savia y del olivo. No te jactes contra las ramas, y si te jactas, sabes que no sustentas tu a la raíz, sino la raíz a ti. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales a ti tampoco te perdonará”. Romanos 11:16, 17, 18, y 21.
ALGUNAS SUGERENCIAS PARA GUARDAR EL DIA SABADO.
No olvide practicar la misericordia que demanda este mandato. Mateo 12:7. Por ejemplo:
si sucediera algún imprevisto ese día de recibir visitas o familiares y esto implicare el consumo de más alimentos, vaya a la

tienda más cercana a adquirirlos y supla las necesidades de su prójimo. Mateo 12:4.
En todo de lo que usted dependa preste auxilio a su vecino o a alguien que requiera de sus servicios en ese día. Mateo 12: 11 y 12.
Evite relaciones comerciales en sàbado. Recuerde que el Señor nos da seis días para nuestras actividades laborales y comerciales y uno para El. Oigamos su consejo: “si te preocupas de no tratar tus negocios en el día santo; si tú llamas al sábado delicioso. Y venerable el día consagrado a Yavé; si tú lo veneras, no haciendo tus negocios, ni arreglando ese día tus asuntos, entonces, te sentirás feliz con Yavé. Isaías 58:13 y 14.
Este mandamiento es día de reflexión y estudio de la palabra de Dios. Hechos 16:13, 13:44 y 17:2 y 3.
Concluimos esta parte exhortando al pueblo de Dios a continuar firme con la convicción plena de las bendiciones que conlleva guardar ese santo día. La observancia de los mandamientos de Dios nos permitirá la entrada al Reino. “Bienaventurado los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad”. Leída la versión antigua.
LA IGLESIA DE DIOS Y SU TEMATICA.
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