“Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”. Colosenses 3:14
Por Enrique Gordillo Mazariegos
En la segunda parte de esta temática hicimos hincapié de la obligación moral de cumplir con el pago de nuestros impuestos, cuyos desembolsos alivian alguna necesidad de salud, desarrollo, etc, de nuestro país. El Hijo de Dios nos legó el ejemplo de tributar. Mateo 17: 24-27.
Nuestro artículo también hizo un breve estudio de los sectores olvidados de nuestra nación –indigentes o desvalidos- que viven a expensas de algunas instituciones de beneficencia social y que precisa nuestra solidaridad para su subsistencia. Santiago 2:15 y 16.
Finalmente resaltamos la condición de personas con distintas capacidades, cuyo sector demanda del Estado el cumplimiento de las normas que establece el compromiso de velar por ellos y otorgarles las facilidades a través de la inclusión, es decir, las mismas condiciones de igualdad que los demás. Ecle 5:8.
Sectores Marginados: -Homosexuales, transexuales, lesbianas, personas de la tercera edad; portadores del VIH/Sida.
Antes de presentar el argumento bíblico sobre esta parte, haremos una breve descripción de estos grupos y porque su exclusión de la sociedad y autoridades.
Definición de Homosexual:
“Que siente atracción sexual por personas de su mismo sexo”.
Definición de Transexual:
“Se aplica a la persona que se siente del sexo opuesto y adapta o intenta adaptar su anatomía y su comportamiento a ese sexo. Muchos transexuales se operan o se inyectan hormonas para cambiar de sexo”.
Definición de Lesbianas:
“Atracción sexual que una mujer siente hacía otra”.
Definición del portador del VIH/Sida:
“Ser portador del virus o ser o positivo significa que puede transmitir la enfermedad”. Fuente www.cat–barcelona.com.
Brevemente analizaremos la condición social, laboral, de salud, etc, de estos cuatro grupos descritos frente a una sociedad hostil y la indiferencia de las autoridades. ¿Por qué la homofobia, lesbofobia, transfobia y VIH fobia? ¿Por qué a estos sectores se les restringe los servicios de salud, educación, trabajo, etc? En nuestro país –Guatemala- existen normas que protegen y penalizan la violación de los derechos humanos de esta agrupación. Pero, ¿Realmente se cumplen éstas? Es muy frecuente escuchar despidos injustificados, restricciones a centros hospitalarios, etc, una vez que son cuestionados por su preferencia sexual; además de la estigmatización de que son objeto.
Además, la falta de divulgación del Estado, a través de los medios de comunicación, no permite a la población tener consciencia de la verdadera problemática de esta comunidad. A falta de información se abonan los prejuicios basados en estereotipos, cultura machista, intolerancia, hasta agresiones verbales y físicas a estas personas.
En el cierre de la segunda parte de este estudio formulamos una interrogante ante esta situación. ¿Cómo debe de actuar nuestra sociedad y que actitud debe adoptar el pueblo de Dios? “Seguid la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:14. Y otra vez: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros estad en paz con todos los hombres”. Romanos 12:18.
Ciertamente, el Señor condena estos actos de desviaciones sexuales, por ejemplo, con referencia a la homosexualidad escrito está: “No te echarás con varón como mujer”.
Levítico 18:22.
“Pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza”. – Lesbianismo-. Romanos 1:26 etc. Esta es la condición de esta comunidad delante del Eterno. Situación delicada. Sin embargo, nosotros como sociedad o como iglesia no podemos constituirnos en jueces y verdugos de esta multitud. Carecemos de autorización y solvencia para ejercer presión sobre esas personas. Que la preferencia u orientación sexual se debe a comportamientos genéticos, ambientales, psicológicos, biológicos, desorden incompleto de la identidad masculina, fetiches, etc, esta parte está reservada a la ciencia; nosotros –como explica el texto de introducción de este artículo— debemos vestirnos de amor, que es el vínculo perfecto; es decir, proporcionarles –a medida de nuestras posibilidades—asistencia, protección, contribución, colaboración, etc—. Quizás podamos rescatar esas almas del juicio que viene. “Salven a otros, arrebatándolos de las mismísimas llamas del infierno. Y en cuanto a los demás, atráiganlos al Señor, siendo bondadosos con ellos, pero no se dejen arrastrar por sus pecados. Al contrario, aborrezcan hasta el más leve indicio de pecado en ellos, a la vez que les muestran misericordia”. Judas único capítulo 23 versión al Día.
Personas de la Tercera Edad
“Demostrarán verdadero respeto y honrarán a los ancianos por temor a Dios”. Lev 19:32. Versión al Día.
Definición de la Tercera edad:
“Es un término antropo-social que hace referencia a las personas mayores o ancianas”. Fuente Wikipedia.
“El envejecimiento de la población mundial se produce a un ritmo nunca visto por lo que tendremos que prestar mucha atención a la reacción de los países ante los problemas y las oportunidades que se presentan al envejecer”. Declaraciones de Nancy Gordon, directora adjunta de la oficina del censo de Estados Unidos, en alusión de la muerte de decenas de ancianos por el intenso calor que azotó Europa en el año 2003; ante la indiferencia del Estado y de la familia.
Y es que el Estado y la familia son instituciones que deben proteger a los adultos mayores. Por ejemplo, el decreto número 80-96 de nuestra constitución, reza así: “El Estado protegerá física, mental y moral a los ancianos. Les garantizará su derecho a la alimentación, salud, educación, seguridad y previsión social”.
En el capítulo 3 y artículo 9 del Régimen Social involucra también a la familia, “a prestarle la asistencia en todos los órdenes a los adultos mayores”. Preguntémonos: ¿El Estado y la familia cumplen realmente este punto resolutivo en favor de los ancianos? Como explica el texto de introducción en esta parte, el Señor demanda, para ellos, respeto: –consideración, obediencia, atención, tolerancia, etc—. Y honra: –dignidad, reconocimiento, honor, decoro, etc—. Estos atributos descritos por el Eterno, ¿son otorgados a los ancianos? Por ejemplo: cientos de adultos mayores jubilados por el Estado, son atropellados en su dignidad una vez que reciben una mísera pensión para sobrevivir.
Así mismo, muchas familias en el país ven a los ancianos como una carga e “inservibles” y son objeto de intolerancia y desconsideración.
David en su tiempo expresó: “Y ahora, en mi vejez no me eches a un lado. No me abandones ahora que las fuerzas me faltan”. Salmo 71:9 versión al Día.
Meditemos en el siguiente enunciado: “Corona de honra es la vejez”. Prov 16:31. Esta es la figura de padres que a lo largo de la vida hicieron verdaderos sacrificios, venciendo obstáculos o adversidades para proveer a los hijos los recursos en todos los renglones de su existencia. La vejez es el símbolo de dignidad, cuya honra no debe ser ultrajada con el desprecio o rechazo a este sector necesitado –de atenciones, salud, alimentación, vestuario, afecto, amor etc— en el ocaso de la vida. El sabio es oportuno al exaltar:
“oye a tu padre, aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”.

Prov 23:22.
“En los ancianos está la ciencia y en la larga edad la inteligencia”. Job 12:2.
Nuestra juventud debería “beber” ese caudal de experiencia expuesta por éstos, a manera de corrección y prevención para caminar prudentemente en los senderos de la vida. “Igualmente, jóvenes estad sujetos a los ancianos”. 1ra Pedro 5:5.
Debemos remarcar que en el santo decálogo de la ley de Dios, existe una resolución de alargar la vida a los hijos que amen y honren a sus padres. “Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Exodo 20:12.
Esta promesa también se encuentra registrada en el nuevo testamento y eso explica porque este mandamiento tuvo tanto valor en la antigüedad como en el presente. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que ese el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”. Efesios 6:1-3.
Para finalizar esta parte queremos compartir con usted hijo (a) esta nota reflexiva. Amado hijo:
- “El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atar mis zapatos, tenme paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.
- Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame.

- Cuando eras pequeño para que durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas tus ojitos.
- Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niño te ayudé y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
- No me reproches porque no quiera bañarme, no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.
- Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas de la tecnología que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas: comer, vestirte, y como enfrentar la vida como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.
- Cuando en algún momento mientras conversamos llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes, tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.
- Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuando no debo.
- Cuando mis piernas fallen por estar cansadas de caminar, dame tu mano tierna
- para apoyarme

- como lo hice yo cuando empezaste a caminar con tus piernitas débiles.
- Cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver con tu cariño o cuanto te amé.
- De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío.

- Dame amor y paciencia que te devolveré con gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti”. Fuente: www.leonismoargentino.com/cartapadre.htm.
Neo Solteros:
Este enfoque va dirigido especialmente a sectores reacios a convivir legalmente en pareja.
Desde la década de los noventa del siglo pasado, se organizó un grupo de personas de ambos sexos, con el fin de darle vida a un movimiento que reavive la llama de la soltería. Dicha organización se denomina: “Neo Solteros” que desde sus inicios ha ganado simpatía y cada día son más las personas que se adhieren a esta población. La escritora Carmen Alborch define a los Neo Solteros como: “profesionales muy calificados, desenvueltos, competentes, seguros de sí mismos, con un alto nivel cultural. No tienen correferente social a la pareja, no están obsesionados por la estabilidad económica, que ya han alcanzado, no renuncian a las comodidades y más bien las buscan y saben disfrutarlas, no quieren sufrir experiencias amorosas en el terreno del amor, no es para ellos una prioridad la vida en pareja ni casarse y no les supone trauma la cama vacía, que consideran suficientemente compensada con el éxito profesional.
En el terreno sexual, como es de suponer, los encuentros casuales van a la alza entre ellos y según números de la encuesta nacional de Salud y Vida Social, en México, tres de cada diez solteros tienen sexo una vez por semana sin tener pareja”. Fuente: www.comneosolterosporconvicción/. Preguntémonos: ¿son lícitos estos actos practicados por diversos grupos mayoritariamente jóvenes? ¿La palabra de Dios respalda estas acciones?
En el trozo expuesto arriba da pie a hacer un análisis de su contenido.
No obstante, antes haremos una observación en el libro de Génesis, una vez el
Señor hizo al hombre fue con el propósito que éste viviera en sociedad. “Y dijo Jehová Dios: no es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para él”. Génesis 2:18. Jamás estuvo en la mente divina aislar al hombre. Adán, Eva e hijos constituyeron la primera familia en búsqueda de formar una sociedad.
Examen breve de los textos
“…No tienen correferente social a la pareja, no están obsesionados por la estabilidad económica, que ya han alcanzado…” Este es parte del párrafo descrito de la vida de los Neo Solteros que raya en el narcicismo—amor así mismo, necesidad de admiración, falta de empatía, egocentrismo etc—que disfrazan sutilmente bajo el régimen de soltería. Sin embargo, la escritora en el texto citado, en su parte final expone: “en el terreno sexual, como es de suponer, los encuentros casuales van a la alza entre ellos”. Y es en este punto precisamente que esta comunidad afrenta al Altísimo a través de la fornicación—intercambio sexual íntimo entre dos personas que no están casadas—. “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo; más el que fornica contra su propio cuerpo peca”. 1ra Corintios 6:18. Una vez que esta población se declara dependiente sexual, pierde el concepto real de la soltería que presumen tener y evaden el mandato divino de la legalización a través del matrimonio; además, al tener varias parejas sexuales se exponen a contraer enfermedades de transmisión sexual.
Pablo versus Neo- Solteros y similares
Don de continencia: el apóstol en su ministerio terrenal vivió soltero hasta el final de sus días, gracias a la virtud de templanza de dominar, y controlar impulsos de carácter sexual. “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas que bueno les fuera quedarse como yo; — favor de poner atención en el siguiente pasaje— pero si no tienen don de continencia, cásense, pues es mejor casarse que quemarse”. 1ra de Corintios 7:7-9. ¿Quemarse? Sin duda Pablo hace referencia al castigo final que esperan los fornicarios. “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda”. Revelación 21:8 ¿Existe alguna manera de evitar el castigo final? Nuestros jóvenes y adultos deben recuperar los principios y valores para mantener una relación congruente con Dios y la sociedad. ¿Cómo? Por ejemplo: cuando los solteros no se sientan mejores que los otros. Cuando no se amen exageradamente así mismos. Cuando reconozcan el valor del matrimonio como institución divina etc.
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una su propio marido”. 1ra Corintios 7:2.
Concluido
LA IGLESIA DE DIOS Y SU TEMATICA
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