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“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”. Colosenses 3:5

En la parte final del estudio anterior hicimos referencia de la repartición de los talentos—dones—que distribuyó el Señor a tres de sus siervos—Mateo 25:1923—de acuerdo a esta parábola los primeros dos siervos multiplicaron sus talentos añadiendo más almas a la causa del Hijo de Dios.  Por esta razón el Señor les otorga el reino.

“Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y que recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra.  Aquí tienes lo que es tuyo.  Respondiendo su Señor le dijo: siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí por tanto, debías de haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.  Quitadle pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos.  Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.  La negligencia que puso este siervo infiel de la parábola, se traduce en indiferencia o tal vez desprecio por los intereses del Señor.  El Maestro compara el valor que posee el dinero con los talentos; el dinero genera utilidades y el talento de este siervo hubiese producido otro talento, y este ultimo otro, a manera que la obra del Señor se enriqueciera.

―MALDITO EL QUE HICIERE INDOLENTEMENTE LA OBRA DE JEHOVÁ…‖ JEREMÍAS 48:10. Antigua versión Valera

La indolencia—apatía, falta de interés, insensible, perezoso, flemático etc.,— es el ―pariente‖ más cercano de la negligencia.  Es muy frecuente que en la iglesia existan miembros indolentes en el desempeño de sus funciones, –como lo explica la fuente citada arriba—carecemos de sensibilidad por las almas que necesitan oír el mensaje que pueda salvarlos del castigo final.  Quizás nos agobia el cansancio, el clima, las largas distancias que recorreremos por una persona que necesita ser atendida.

¿Cuál es el concepto que tiene el Señor del indolente? “El indolente ni aun asará lo que ha cazado”.  La actitud perezosa de la figura que adopta el proverbista, de no preparar el alimento ya obtenido, es una persona sin iniciativa y quizás esperará que otro haga lo que le corresponde.  A la inversa, la parte final de este versículo expone: “Pero haber precioso del hombre es la diligencia” –esmero en ejecutar una cosa, prisa, apresuradamente, etc— Proverbios 12:27.  Los siervos del Altísimo deben llenar esta última característica en favor de las almas inconversas, aborreciendo el cansancio, miedo, pereza etc. Por ejemplo,  el apóstol Pablo en su calidad de misionero y ardiente defensor de los intereses del Eterno, siempre procuró dotar a la iglesia de sus talentos—habilidades espirituales—“Tengo muchas ganas de verlos para comunicarles algún don—talento—espiritual que nos haga más firmes…” Romanos 1:8 versión Latinoamérica.

El apóstol jamás practicó la negligencia e indolencia y nunca le puso limites a la predicación “Que prediques la palabra que instes—insistir—a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” 2da de Timoteo 4:2.

Un testimonio por demás conmovedor es lo que nos presenta el libro de los Hechos.  Pablo fue llevado frente al rey Agripa, para desvanecer todas las acusaciones hechas por los judíos.  Lo sorprendente en este caso, es que no se limitó a defenderse y a presentar argumentos en su defensa; sino que en su incomoda posición—ya que permanecía encadenado—presentó al rey a Cristo como su Salvador.  El impactante mensaje del apóstol tocó la sensibilidad del rey, el cual respondió: “Entonces Agripa dijo a Pablo: por poco me persuades a ser cristiano.  Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales como yo soy, excepto estas cadenas!” Hechos 26:28 y 29.  Para Pablo precisaba presentar como única alternativa de vida a nuestro Señor Jesucristo “A otros salvad, arrebatándolos del fuego…” Judas 23:único capitulo.

CULTURA DE IDOLATRIA

El diccionario Larousse presenta su concepto relativo a esta temática: ―Adoración de ídolos, amor excesivo etc‖.  Existen también ídolos abstractos como el dinero, poder, etc. 

Observando los anales bíblicos e históricos, encontramos que esta práctica viene desde la antigüedad:

“Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a Astarot”. 

“Y otra vez dejaron a Jehová y adoraron a Baal y a Astarot”. Jueces 10:6; 2:13. ¿Por qué esta diosa se arraigó tanto en la mente y en el corazón de los judíos? ¿Quién era Astarot? Según el diccionario ilustrado de la biblia, en su página 58, describe a Astarot “como diosa de la fertilidad y del amor sexual, deidad principal de los cananeos.  A menudo se le representa como el complemento femenino de Baal”Jueces 2:13; 1ra Samuel 7:3 y 4.  Se le conoce también con el nombre de Asera‖ Jueces 6:25.  Parte esencial de su culto era la prostitución.  Por eso se cree que el nombre de Astarot es un término hebreo del nombre Astarte, pronunciado por los judíos que significa vergüenza. Esa diosa llegó a influir tanto en el pueblo de Dios que hasta el propio Salomón le hizo culto; además, le edifico un altar “Así mismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astarot, ídolo abominable de los sidoneos; Quemos ídolo abominable de Moab, y Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón” 2da de Reyes 23:13.

Y es que Israel había nacido con esa cultura idolátrica adquirida en Egipto por cuatrocientos treinta años; herencia que trasmitió a su descendencia, a tal grado que una vez abandonaron Egipto, y en el desierto—en ausencia de Moisés que había subido al monte Sinaí hicieron un becerro “Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenia en sus orejas, y los trajeron a Aaron y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con baril— instrumento de acero que usan los grabadores— e hizo de ellos un becerro de fundición.  Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto. 

Y viendo esto Aarón edificó un altar delante del becerro y pregonó Aarón y dijo: mañana será fiesta para Jehová” Éxodo 32:3-5. 

No obstante, los judíos después de haber contemplado las plagas con las cuales Dios hirió a Egipto; el milagro de la división del mar, cuya travesía fue en seco, flaquearon, y lo peor, se materializaron aferrados a sus dioses.

En el mismo contexto—pero en otro escenario—la idolatría en las personas se ha puesto en evidencia al confiar su futuro en predicciones humanas: adivinos, espiritismo, astrología, cartas, etc. Esta práctica también es antigua y ha trascendido hasta nuestros tiempos.

El libro de las Crónicas presenta el siguiente relato “Porque él—Manases—redificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera y adoró a todo el ejercito de los cielos,–luna, sol, etc—y les rindió culto.  Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo Hinon; y observaba los tiempos, miraba en agüeros—presagio o señal de cosas del futuro—era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió de hacer lo malo ante los ojos de Jehová hasta encender su ira” 2da de Crónicas 33:3 y 6.  No obstante que el rey había nacido con una fe monoteísta, había perdido la brújula de su vida.  Su antecesor—su padre—durante su gobierno dirigió a Israel con sabiduría y temor de Jehová.  Las consultas que hacia con frecuencia a los adivinos y encantadores reflejaba la inseguridad del rey por la confianza que había perdido en su Dios.  Incluso se aferró a los tiempos y presagios humanos para conocer su futuro.  Esta cultura de idolatría ¿ha cambiado hoy en día? Definitivamente no.  En los tiempos actuales priva mucho la inseguridad, desempleo, violencia, infidelidad, etc, caldo de cultivo para que muchas personas se vuelvan dependientes de las predicciones humanas: el tarot, oráculo, espiritismo, horóscopo, etc. Estas cuatro formas de consultas son las más utilizadas en personas que no reconocen el poder ni la soberanía del Eterno.  Incluso algunos cristianos con frecuencia hacen este tipo de requerimientos.

QUE ES EL TAROT?

Según Wikipedia ―es una baraja de naipes a menudo como medio de consultar e interpretación de hechos pasados,

presentes y futuros; sueños, percepciones etc.

EL ORACULO

“Respuesta que, según creían los paganos hacían los dioses a las preguntas que se les dirigían.  Los oráculos eran generalmente muy ambiguos”— diccionario Larousse—. También es conocido por las respuestas dadas por las divinidades por la boca de las pitonisas—espiritistas—.  El Señor hace conciencia del engaño que sufren las personas que hacen este tipo de consultas “Porque los terafines han dado vanos oráculos y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor” Zacarías 10:2.  Una persona afligida o angustiada por alguna situación y con total ausencia de confianza en Dios puede ser la figura engañada que explica el profeta.  Este versículo leído refleja la falsedad de los que practican el espiritismo y se resume en una sola palabra: Mentira.

Las palabras finales del profeta hace énfasis en un pueblo que vaga como ovejas y sufre porque no tiene pastor, es el símbolo de las personas que les dan falsas esperanzas, falsos pronósticos etc.  Por qué caminan sin Dios, y son victimas fáciles de engaño.

EL HOROSCOPO

Esta cultura está arraigada en muchos países del orbe.

La astrología utiliza métodos de adivinación basados en la posición de los astros. 

Dichas predicciones con mucha frecuencia son publicadas en revistas, monografías, prensa, etc. 

Los astrólogos que hacen predicciones son los clásicos imitadores de los adivinos de la antigüedad—2da de Crónicas 33:6.  Este sistema de predicción incluye fecha de nacimiento de la persona, y según ellos, hay un planeta regente influenciado por la luna o el sol.  De allí que muchas personas no se atreven a salir a sus ocupaciones habituales, sin antes consultar el horóscopo del día.

En el siguiente enunciado, el Señor se presenta como el único que puede revelar el futuro “Yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz yo os hare notorias” Isaías 42:9.  Y otra vez: “Que anuncio lo por venir desde el principio y desde la antigüedad lo que aun no era hecho…” Isaías 46:10.  ¿Y cual es su opinión de los que predicen o adivinan el futuro? “Que deshago las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que hago volver atrás a los sabios, y desvanezco su sabiduría”. Isaías 44:25.

AVARICIA: SINONIMO DE IDOLATRIA

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” Colosenses 3:5.  En esta corta exposición haremos énfasis sobre esta temática—avaricia—por su relevancia y que en alguna medida riñe con nuestra vida espiritual.  ¿Qué es avaricia? “Es como la lujuria y la gula.  Es una inclinación o deseo desordenado de placeres o posesiones.  El propio Satanás fue atraído por la avaricia al tratar de ser igual a Dios”. Fuente: Enciclopedia Encarta.

En su vida terrenal nuestro Señor Jesucristo advirtió a los suyos de cuidarse de la avaricia: “Y les dijo: mirad, guardaos de toda avaricia…” Lucas 12:15.  El Maestro sabía plenamente que sus siervos ya no rendían culto a ninguna escultura o imagen; sin embargo, conocía el ―microbio que los podría conducir a la idolatría, es a saber, la avaricia.  Por eso concluye en la parte final del versículo citado… “Porque la vida del hombre no consiste en abundancia de los bienes que posee”.  ¿Por qué esta última observación? Porque entre otras causas la abundancia de las riquezas casi siempre conduce a la injusticia.  Este era el caso de los fariseos.  Este grupo era en extremo celoso de la ley de Dios éste es uno de sus mandamientos que prohíbe la idolatría sin embargo, estos practicaban la avaricia: “Y oían también todas estas cosas los fariseos que eran avaros…” Lucas 16:14, y el cúmulo de sus riquezas los volvieron insensibles a las necesidades de los demás, y por esta causa eran idolatras. El Señor es determinante en este punto: “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón” Lucas 12:34.  Y en el siguiente enunciado es categórico: “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.  No podéis servir a Dios y a las riquezas” Lucas 16:13.  Dios no está en contra del progreso económico de nadie.  En la antigüedad hubo siervos riquísimos, por ejemplo: Abraham, Job, etc.  Sin embargo, éstos antepusieron a Dios a sus posesiones.  Actualmente en el pueblo de Dios hay miembros pudientes que honran y glorifican al Señor por las bendiciones que se traducen en bienes materiales.

A la inversa, por la frenética ambición al dinero muchas personas han hecho cuantiosas fortunas, algunas ilícitamente y han puesto toda su confianza en las riquezas—que según ellos—proporciona tranquilidad, bienestar, seguridad, etc, que a la postre les ha dejado verdaderas crisis y secuelas interminables, como lo deja sentir el apóstol: “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchas codicias necias y engañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición.  Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron pasados de muchos dolores” 1ra Timoteo 6:9 y 10.

“Al Señor tu Dios adorarás, y a El solo servirás” Lucas 4:8 última parte.                                                                                        

CULTURA DE MUERTE

“Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal” Deuteronomio 30:15.  Estas palabras pronunciadas por el Señor hace centurias cobran actualidad en el presente.  ¿Para quien va dirigida esta amonestación? Al mundo inmerso en el pecado.  Hoy en día, el evangelio se ha predicado por todos los medios posibles y no existe justificación una vez que se ha escuchado. “Porque muy cerca de ti está la palabra…” Deuteronomio 30:14.  ¿Habrá sido aprovechado en esta dispensación evangélica?

Dios no quiere la muerte del irreverente “¿Quiero yo la muerte del impío? Dice Jehová el Señor.  ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?”.  ¿A qué muerte se está refiriendo? ¿Y que o quien produce ésta?. Examinemos Juan 11:25 “Le dijo Jesús: yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí aunque esté muerto vivirá”.  Las palabras del Maestro no se refieren a los que descansan en el polvo de la tierra, sino a los que viven  inmersos en el pecado. 

Como explica Pablo “Porque la paga del pecado es la muerte” Romanos 6:23. Para ilustrar esta parte la palabra de Dios da cuenta de un evento muy común en la vida; el traslado de una persona fallecida al lugar de su inhumación. “Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.  Jesús le dijo: sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos” Mateo 8:21 y 22.  Este evento no es figurado, es literal; esas personas que acompañaban al extinto eran como muchas de hoy, que vivían en deleites de la carne ajenas a la propuesta de salvación que les otorgaba el evangelio.  A la inversa, los siervos de Dios conversos tienen vida por la estrecha comunión que mantienen con el Señor, es decir una vida limpia y regenerada, se explica así lo que afirma Marcos: “Dios no es Dios de muertos—en el pecado—sino Dios de vivos” Marcos 12:27.

Retomando las palabras del Señor de la parte final del versículo 25 de Juan 11. “…El que cree en mí aunque esté muerto vivirá”, reiteramos, no hace referencia de los que yacen en una tumba. “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.  También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” Eclesiastés 9:5 y 6.  No obstante, explica que: “Hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos…” versículo 4.

Ahora bien ¿Quiénes son las personas muertas por el pecado? Son aquellas que se han acomodado a los patrones culturales de este mundo.  Por ejemplo: vivir en fornicación—relaciones sexuales fuera de matrimonio—Hebreos 13:4.  La mentira, Apocalipsis 22:15; Fraude o engaño en el ámbito comercial, Levítico 19:35 y 36; Especuladores, Amós 8:4 y 5.  Los lideres religiosos que han hecho una cultura de explotación de sus miembros, 2da de Pedro 2:3.  Los que participan en festividades paganas que el mundo ha establecido, Revelación 18:3 -5 etc.  ¿De que muerte se harán acreedores estos grupos si no se arrepienten? –-no se trata de la primera muerte la que todos sin excepción experimentaremos. Además el Señor aprecia la muerte de sus escogidos. “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos”. Salmo 116:15–. 

Por fin, ¿Qué muerte no verán los redimidos del Señor?  “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos”… Revelación 20:6.  

¿Y de que muerte se harán acreedores los que viven en pecado?

“Pero los cobardes, incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos

tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” Revelación 21:8. 

Ahora bien, cual es la formula para no experimentar la muerte segunda? “De cierto, de cierto os digo: que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte”. Juan 8:51.

Finalizamos esta  exposición dejando esta reflexión a usted apreciable lector para que busque al Señor mientras pueda y libere su vida del castigo que viene, porque: “Aun hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto” Eclesiastés  9:4. 

Concluido

LA IGLESIA DE DIOS Y SU TEMATICA

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