“Empero hágase todo en orden y decentemente”. 1ra Corintios 14:40
La administración de los recursos económicos es un desafío en la era moderna. Se necesita adquirir ciertas habilidades para este fin; no es tarea fácil. Vivimos en un mundo consumista en el cual estamos afanados en adquirir bienes y servicios que satisfagan nuestras necesidades. Pero, ¿a qué costo? ¿Cuáles son nuestras prioridades? ¿A cuanto ascienden nuestros ingresos? ¿Cubrimos con ellos las necesidades básicas de nuestra familia?
En este fascículo estudiaremos cuatro puntos importantes que rigen y regulan nuestras finanzas:
a)Las tarjetas de crédito
b)El hábito del ahorro
c)¿Deudas?
d)La palabra de Dios, ¿nos faculta para ser fiadores?
e)La usura
LAS TARJETAS DE CRÉDITO
Hoy en día los bancos del sistema promueven entre sus usuarios tarjetas de crédito que facilitan las compras de un bien, para pagar en un determinado tiempo. ¿Qué tanta responsabilidad se necesita para hacer un tarjetazo? ¿Qué es un tarjetazo? Según el diccionario americanismo, “es una compra generalmente compulsiva, que se paga mediante una tarjeta de crédito”.
¿Y que explica la palabra de Dios en esta parte? “En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra”. Proverbios 21:20. Las compras compulsivas e innecesarias a veces es producto de nuestra inconsciencia, como expone los expertos financieros. “El síndrome del desorden financiero es el descontrol de las finanzas personales causado por un gasto descontrolado, sin considerar los ingresos, obviando el futuro y utilizando préstamos y créditos de forma recurrente”. La parte final de este trozo contiene una frase que nos llama a la reflexión: “Obviando el futuro” es decir, que se relegan cosas prioritarias como salud, educación y más, por una compra obsesiva. Lo peor, de estos sucesos es que al final por incumplimiento de las cuotas establecidas por el banco, manchamos nuestra reputación, cerrando toda posibilidad de algún crédito bancario que necesitemos en un futuro.
Cuidemos nuestra imagen personal como lo expone el sabio: “Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata la buena reputación”. Proverbios 22:1.
EL HÁBITO DEL AHORRO
A la fecha 22/08/2022-en que se redactó este artículo-, el mundo sufre las consecuencias de la guerra de los países, Rusia contra Ucrania, que se traduce en inflación, estanflación-escasa producción- alza de precios, desempleo, etc.
Por eso es imprescindible el hábito del ahorro.

Según los economistas cada persona debe ahorrar un 15% de sus ingresos para subsanar algunos imprevistos.
En los días de José había pronósticos de hambruna por 7 años en Egipto, similar situación según los expertos experimentamos hoy en día. José guiado por el Espíritu de Dios instruye a Faraón para encarar los siete años de “las vacas flacas”. “Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre”. Génesis 41:35 y 36. Así, Egipto superó la crisis de hambruna gracias a las provisiones que suplieron las necesidades en su momento.
Y es que los economistas exaltan el ahorro por tener muchos beneficios que entre otros destacan:
a)Tranquilidad y seguridad económica
b)Permite alcanzar metas
c)Reduce las deudas
d)Permite un ahorro de emergencia, etc.
El ahorro debe ser una cultura de prevención familiar y desde luego, transmitir con el ejemplo a los niños para su formación.
Es ilustrativo lo que expone el sabio de como las hormigas son previsoras para enfrentar tiempos difíciles. “Preparan su comida en el verano y guardan su sustento en el tiempo de la siega”. Proverbios 6:8. Similar al trabajo de prevención de las hormigas, en el tiempo de hoy, debemos preparar o disponer de ahorros para mitigar alguna situación adversa: enfermedades, eventuales accidentes, o cualquier otra situación imprevista de la vida; por ende precisa administrar adecuadamente el dinero invirtiéndolo en prioridades.
Ahora bien ¿qué papel desarrolla la esposa en el hogar en la administración del dinero? La mujer en la actualidad cumple diversas funciones en la sociedad, gracias a su tesonería en abrirse espacios en el ramo laboral, no obstante, encarar grandes desafíos para lograrlo. Independientemente del rol laboral en la sociedad existe un grueso sector de féminas que lidian por el ordenamiento económico, sobre todo saber organizar y dirigir los gastos a lo interno del hogar de manera racional y equitativa, atendiendo prioridades y relegando compras suntuosas en lujos innecesarios; optimiza los recursos y da cabida al ahorro, “mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente a la de piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo. Darále ella bien y no mal, todos los días de su vida”. Proverbios 31:10-12. Es aleccionador lo expuesto por el sabio en las frases de elogio que da a la virtud o poder de la mujer que dirige y administra mesuradamente los recursos en su hogar. Dice : “El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo”. La versión RVR traduce: “El corazón del marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias”. Dichoso el hombre que posee una pareja que no despilfarra el dinero del hogar; antes bien genera ganancias cuando de una manera selectiva realiza las compras.
Y es que como expone el sabio: “Mejor son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”. Eclesiastés 4:9. ¿En que consiste la paga por su trabajo? En que la esposa apoyará a su esposo una vez que de una forma justa administra los recursos en el hogar que redundará con múltiples beneficios para toda la familia. ¿Por qué hacemos énfasis en la buena administración de los recursos familiares orientando al ahorro? Por las condiciones actuales de carestía, inflación, costos altísimos y la hambruna mundial que experimentan las naciones, a causa de los enfrentamientos bélicos que desarrollan algunos países que exportan alimentos básicos a una gran parte de la población mundial y que se han disminuido por tales situaciones. Por eso se hace necesario racionalizar los gastos.
¿DEUDAS?
“Por qué, ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla? Lucas 14:28.
Aperturamos esta parte con el pronunciamiento del Maestro que apercibe a la persona a evaluar sus ingresos y gastos antes de iniciar un proyecto cualesquiera que sea. El trozo leído tiene varias acepciones y lo vamos a acomodar a la persona que necesita hacer un préstamo.
Atendiendo la solicitud del Señor Jesucristo de sentarse primero a considerar sobre el presupuesto, ingresos y egresos personales, cuyo cálculo lo orientará a adquirir un préstamo para determinado fin. Es deseable también tener un fondo de ahorro para mitigar la deuda contraída.
Contraer una deuda grande o pequeña es de carácter moral; debemos cuidar nuestra imagen personal ante Dios, nuestra

familia y sociedad.
“Pagad a todos los que debéis, no debáis a nadie nada”. Romanos 13:7 y 8 primera parte. A la inversa, la persona deshonesta presta y no paga, “El impió toma prestado y no paga”. Salmo 37:21. No honrar un empréstito o crédito manchamos nuestra honorabilidad y caemos en la perversión.
Por aparte, cuando se tramita un préstamo de menor cuantía si depende de usted, páguelo de contado, no de crédito; se hace esclavo de los intereses: “El rico se enseñorea de los pobres; y el que toma prestado es siervo del que presta”. Proverbios 22:7.
LA PALABRA DE DIOS, ¿NOS FACULTA PARA SER FIADORES?
Según el diccionario la palabra fiador es: “la persona que responde por otra de una obligación de pago, comprometiéndose a cumplirla sino lo hace quien la contrajo”. Además, los bancos del sistema exigen al fiador garantías, “un fiador es una persona individual o jurídica que debe responder en caso de que el titular del crédito no cumpla con sus obligaciones de pago del préstamo. El fiador o fiadora debe tener la capacidad económica para absorber la deuda y despenalizar de alguna manera al solicitante”.
La palabra de Dios explica dos incidentes que puede sufrir el o la fiadora.
Primero: Compromete sus bienes
“No estés entre los que tocan la mano. Entre los que fían por deudas. Sino tuvieras para pagar,

¿porqué han de quitar tu cama de debajo de ti?” Proverbios 22:26 y 27.
En efecto, como explica la nota expuesta arriba, una vez que el titular no accede a pagar la deuda contraída, el fiador asume la responsabilidad de pagarla a costa del bien que concedió como garantía y que reclama el banco. La frase ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti? Es una figura del despojo de los bienes familiares una vez que el banco toma posesión de ellos.
Segundo:
Afecta su salud:
“Con ansiedad será afligido el que fiare al extraño, más el que aborreciere las fianzas vivirá confiado”. Proverbios 11:15.

Como expone el sabio el fiador sufre ansiedad al entender su situación crítica una vez que estampa su firma en calidad de codeudor.
En esta etapa puede experimentar: sensación de nerviosismo, insomnio, agitación o tensión, pánico, aumento del ritmo cardíaco, etc. Por ello, es necesario escuchar la recomendación del sabio: “No te comprometas a garantizar la deuda de otro, ni seas fiador de nadie”. Proverbios 22:26.
LA USURA
Definición: “Se denomina cobro excesivo y abusivo de intereses por un préstamo”.
¿Por qué existe la usura? Según los economistas, “se trata simplemente de una falla del mercado financiero, uno de los más imperfectos mercados en la historia humana”.
¿Qué caracteriza a los usureros?
Los expertos opinan que: “Estas acciones están ligadas a una práctica ilegal al reclamar un monto muy por encima del precio del mercado ante el préstamo. Algunas culturas la consideran también un delito mayor”.
¿Cuál es el sentir de la palabra de Dios, sobre la práctica de los usureros?
“No tomes interés y usura de él, más teme a Dios, para que tu hermano viva.

No le darás tu dinero a interés, ni tus víveres a ganancia”. Levítico 25:36.
Notemos con que claridad Dios se manifiesta contra la usura y los intereses. La frase: “para que tu hermano viva” es elocuente, por cuanto una persona que ha adquirido un préstamo fuera del mercado financiero, ve reducidos sus ingresos económicos por la asfixia derivada de altos intereses, que le roban la tranquilidad.
“Ni tus víveres a ganancia”. Esta reprensión divina es debido a la especulación, es decir, cuando los precios se elevan exageradamente. Hoy en día existe hambre en muchos países, incluyendo el nuestro-Guatemala-y no es ético ni moral que el comercio juegue con el hambre del pueblo.
Volviendo al punto de la usura de aquellos que lucran a expensas de los demás, ésta-la usura- se asocia a la avaricia; o sea, que según su definición, “es el afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie”. Caldo de cultivo para la codicia, mezquindad, ansia, ruindad, entre otros. ¿Por qué hacemos mención de este punto en particular? Porque son las características de los prestamistas que adoran el dinero cuyo fin es la idolatría como está escrito: “Las pasiones, los malos deseos, y la avaricia que es idolatría”. Colosenses 3:5. De ahí que las malas actitudes de estas personas las hacen insensibles ante las necesidades de las demás.
Sabemos que hoy en día existen limitaciones económicas y deseo de abrir fuentes de negocios y ello “empuja” a muchos a adquirir préstamos con personas particulares, cuyos intereses son tan altos que a veces pierden el patrimonio familiar, “y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado. A fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada”. 1ra Tes 4:11 y 12.
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